miércoles, 12 de diciembre de 2007

*AcTiViDaD: 3*

*JuEgO DeL eSpEjO*

Muchas personas que están cuidando niños pequeños sienten la tentación de poner a la criatura frente a un espejo y encontrarse con su reacción: a veces de sorpresa, otras de reacción como ante un semejante, en otras más avanzadas se tiene noción de la imagen y el bebé realiza un juego de reconocimiento. La noción de que se trata de él mismo en una imagen puede culminar con sonrisas. Si existió un llanto, seguro que se trata de un bebé pequeño. A todos los niños de un año les agradará mirarse. Antes de que hubieran espejos en el mundo, los niños tomaban como espejo a la madre, como pusimos de ejemplo en el juego anterior, el juego de la sabanita.

Pero aquí el bebé, hasta entonces una suma de percepciones externas y estímulos internos, se podrá apreciar a sí mismo como unificado. Este juego entonces pasa a ser crucial para constituir la vida psíquica de un niño, al menos en nuestra cultura -en que lo visual es preponderante para la comunicación más allá del primer año de vida. En otros lugares la constitución de la identidad será por vías alternativas, que serán motivo de apreciación cuando veamos otros juegos según la zona de origen.

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